Me falta un sentido, el finés

Además del libro de Lessing, no leo. En general, no hago mucho. Además de aprenderme un idioma nuevo, el de tricotar. Un par de guantes, unos calcetines de lana, un cuello victoriano. Qué os cuento? Que me veo en el espejo y no me conozco, o bien sí, la cara que pone, la mirada y las líneas alrededor de la boca, sí las conozco.

A veces una se sienta mejor al pensar en mentiras.

Bajo la cabeza, la mirada cansada. Y no lloro. Se me acabaron las gotas hace tanto y después no he vuelto a llorar. No hay que preocuparse, mira, ahora estoy mejor ya. He bebido un vaso de vino, bueno dos - a nuestra salud. Y tricotado. En mi casa española me llamarían la abuela si supieran.

Sabes, que hace un rato, la semana pasada de ser exacto, pensé que el año que viene - que venía ayer por la noche. Venía por la noche como el tiempo frio. Venía muy de hermano del pasado, aún no se ve mucho cambio - bueno, que me iría lejos de aquí, de la oscuridad. Antes no creía en esa cosa de huir pero bien sea que fue por la falta de la oportunidad. A ver, si lo alcanzo, ahora lo veo lejos. Un año más. Un medio año. Unos tres meses, cuatro quizás. Al sol. Al tiempo que entrega la tierra su holor.

Aquí, al lado de mi cama, crece un vid. Es una planta que cuido por una amiga. La veo creciendo larga, pero no produce hojas, el color de los partes nuevos es muy débil, casí más blanca que verde. Siento como estira su existencia, quiere vivir. Solo no hay luz, suficiente para asimilar, para ponerse verde con hojas claras y fuerzas.

Le escribé una carta a papá, para que lo leyera en el entierro. Pensé en esta planta. Y en la oscuridad que vió fuera, detrás de mi ventana. En que no vió nada. Pensé en los días que siguen al otro, las mañanas cuando tengo prisa, estoy irrítada, atrasada del trabajo. Y pensé en otros días, cuando me siento en el metro, como hacía mi papá también, y viajo en el tiempo, hasta la primavera, la verana que viene, como viene cada año. Viajo a la verana, a la luz, al sol. Y sonrio a la escapada privada.

Bueno, que da igual. Ahora hay que pensar en otra cosa. El examen, el curro. Las semanas vienen como olas, y el tiempo nos lava, nos pura, nos pone en pie.

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Anonyymi sanoi…
Kunpa osaisin espanjaa!
viive sanoi…
Ehkä ymmärrät silti, jollain toisella astien ulottuvissa olevalla tasolla.

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